La importancia del agua
Todos tenemos muy claro los puntos clave a la hora de preparar un buen café. Para degustar un buen café hay que tener un café de calidad. Aún así, nos falta un dato muy importante, porque ese café que nos vayamos a tomar, está compuesto en su gran mayoría por agua.
En un espresso más del 90% de la infusión es agua y entre el 95-98% en el café filtrado. Es por ello que considero que el agua necesita un apartado independiente en lo referente al café.
Cuando vamos a hacer un café, en relación con la extracción, solamente el 30% de ese café es soluble. Y de ese 30%, con el 18-22% se extrae el dulzor y la acidez y con el 8% restante se extraen componentes astringentes y amargos. Por eso, la calidad del agua tiene mucha influencia en el café que estás tomando, porque el agua puede alterar los cafés que hacemos.
A tener en cuenta sobre el agua
En primer lugar, debemos tener en cuenta la dureza del agua. Según la Specialty Coffee Association (SCA), el nivel de dureza del agua debe estar entre los 17 y 85 miligramos por cada litro de agua, para conseguir una extracción de café de calidad superior. Estamos hablando de aguas blandas. Un agua dura puede neutralizar la acidez del café, neutralizar la extracción de componentes aromáticos, además de los estragos que nos puede causar el exceso de cal en tu cafetera.
En segundo lugar, el agua debe ser insípida. Y es que la presencia de componentes minerales, no solo altera el sabor del café, sino que también puede alterar la acidez, el aroma, el cuerpo o la consistencia de la crema. Nos referimos a aguas donde predominan los componentes azufrados, sódicos, clorados, etc. El exceso o carencia de alguno de ellos, nos va a determinar o modificar la percepción de ese café.
Debemos tener presente que el pH del agua debe estar rondando el 7.
Por último, un agua algo turbia nos da a pensar que lleva disueltos componentes no deseables para un café que nos aporte sabores extraños.
Si eres un “friki” del café, existen el mercado instrumentos que nos permiten medir todos estos factores que nos indican el tipo de agua que disponemos para hacer un café.
Para garantizar que se mantiene el aroma y el gusto al café, descalcifica tu cafetera cada dos meses.